TEMA 4. ANÁLISIS: "COMO LA CIENCIA CONOCE LA REALIDAD"




  • TEMA 4. Análisis 4 de 12
  • CÓMO LA CIENCIA CONOCE LA REALIDAD
  • (Profesor Gennaro Auletta)
«Sólo podemos hablar de ciencia en el momento en el que conjugamos teorías con observaciones. De otra forma, a la ciencia le faltarían conformaciones factuales o explicaciones. Evidentemente cómo se conectan es el punto crucial. Una visión común y tradicional de la ciencia (desafortunadamente habitual también entre muchos científicos) cree que progresa gracias a la observación minuciosa de los hechos, de donde se obtienen las teorías. De esta forma es difícil progresar y, de hecho, muchas disciplinas que se han basado en este método (por ejemplo, varias ciencias biológicas o geológicas hasta la mitad del siglo XIX) no han podido avanzar de manera sustancial. La razón es que la acumulación de hechos no supone necesariamente la elaboración de las explicaciones más recientes o iluminantes. Además, como ha demostrado el epistemólogo K. Popper, un método meramente inductivo (que consiste en intentar obtener generalizaciones de la acumulación de hechos) es por su misma naturaleza falaz: aunque se acumulen muchos hechos que sugieran cierta regularidad, siempre habrá otros hechos futuros que desmentirán dichas generalizaciones...
...... Por lo tanto, la ciencia, ya desde sus inicios, y sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XIX, ha privilegiado otro método en cierta manera opuesto: el de formular hipótesis con valor predictivo, y luego verificar como son las cosas en la realidad. Popper ha llamado este método deductivo. Sin embargo, hay más de una razón para que esta postura también se considere insuficiente, sobre todo porque no explica por qué y cómo se producen estas hipótesis. Como ya he dicho en la lección 3, la ciencia procede por corrección del error de la hipótesis precedentemente aceptada. Pero apartemos por un momento el problema de la génesis de las hipótesis (o de las mismas teorías) y demos por sentado tener a disposición una. Supongamos que el científico crea (con fundamento) que una cierta teoría tenga un gran poder explicativo.
¿Cómo se regulará? Intentará, como mantenido por Popper, deducir de esta teoría alguna consecuencia, sobre todo si tiene que ver con ámbitos nuevos. Si la teoría llevara a nuevos descubrimientos, esto reforzará enormemente su credibilidad. Pero, ¿qué ocurre si la teoría se desmiente? Si estas refutaciones son considerables por su alcance y abundantes, no hay nada más que abandonar la teoría y buscar otra....
.....Pero entonces, estos resultados, estas generalizaciones, si bien provisionales, se representan como una especie de muescas o de peldaños a lo largo de un camino mediante el cual ascendemos a verdades de orden cada vez más grande. De hecho, un conocimiento que crece y se acumula, es posible sólo si se realiza un progreso hacia una generalidad cada vez mayor. Ahora bien, aunque nuestros itinerarios (personales y colectivos) sean contingentes, si estos resultados poseen verdaderamente su verdad y realidad, estos se construyen como encrucijada de un mapa que, quien se mueva por el camino del conocimiento tarde o temprano tendrá o tendría que cruzar, aunque no sea en el mismo orden y no necesariamente todos. Esto es lo que constituye la unidad del saber y su objetividad: es el mapa o la rejilla de todos estos puntos o resultados, un mapa o rejilla del que no vemos hasta el final la convergencia de todos los recorridos, como todos los caminos que llevan a Roma, pero la podemos de alguna manera inferir. Es un mapa cuya encrucijada de todas las encrucijadas debería ser la Verdad.
¿Pero entonces este mapa es Dios o por lo menos la mente de Dios? ¡No tan rápido! Dios, por lo que la teología y la Revelación nos han permitido entender, no utiliza un pensamiento discursivo, entonces no piensa y razona como lo hacen los seres humanos, y por lo tanto no podemos pensar que un mapa, que representa un progreso o de todas maneras un orden de los conocimientos, pueda ser identificado con la mente de Dios. Si estos resultados (o estas encrucijadas) son verdaderamente objetivos y verdaderos (aunque sólo parcialmente), ellos tienen que representar la manera en la que el ser humano o una mente finita se representa, en su ascensión espiritual, la red de específicas conceptuales o ideales que está en el origen de nuestro universo, o mejor en el origen de la creación de nuestro universo, y está aquí radicada en la mente de Dios, aun permaneciendo está exenta de dicha articulación...
....Por lo tanto, cuando el hombre se eleva, en su proceso de conocimiento, a verdades de orden cada vez más general es como si volviera a recorrer hacia atrás el proceso de la creación, en el intento de buscar las razones ideales que están detrás de las manifestaciones de la realidad conocidas.»
ASUNTO
- “El fundamento de la inteligibilidad de nuestro mundo y de la racionalidad es la mente de Dios. Sin embargo, la mente de Dios no puede ser concebida como una colección de nuestras ideas”.
• ANALISIS (Piedad Restrepo V.)
INTRODUCCIÓN
Los contenidos de esta Lección abordan la manera como la ciencia se acerca al conocimiento de la realidad aplicando en ello explicaciones sobre teorías del conocimiento de filósofos e historiadores de la ciencia. Se resalta de estos textos la intensidad e incontable generación de preguntas que surgen desde la ciencia, las múltiples metodologías y procedimientos específicos en cada campo, la asociación e interacción necesaria entre teorías, hipótesis y discusiones de resultados según el objeto de interés, con lo cual las comunidades científicas pueden inferir paradigmas y generar nuevos ciclos que permiten el avance del conocimiento. Con todo esto se configura un escenario cada vez más complejo e incierto para conocer la Verdad sobre el universo y la existencia humana y demuestra mucho más lejanas las posibilidades reales de entender los fines últimos mediante la aplicación de ésta sola vía de métodos científicos. En buena parte, ésta imposibilidad radica en que tanto la Realidad como la Verdad requieren ser conocidas a través de la búsqueda explícita de las respuestas a las preguntas fundamentales relacionadas con el cómo, el por qué y el para qué de la creación del universo y del hombre. Sin embargo, estas preguntas ni siquiera hacen parte del arsenal científico, ya que están excluidas de sus procedimientos instrumentales y analíticos, comúnmente requeridos en el diseño y desarrollo de experimentos, metodologías, pruebas de hipótesis y teorías que dan respuesta a las preguntas de la ciencia, que investiga cómo objeto de qué está compuesta y cómo funciona la naturaleza, el universo y la vida.
Al concluir la Lección, el doctor Gennaro Aulleta es categórico al resumir los conceptos revisados y niega la posibilidad de que los métodos racionales sean los únicos procedimientos válidos para conocer la realidad. Dice que tales métodos, como herramientas únicas, no nos llevarán nunca a teorías nuevas sobre la realidad, puesto que de ser así la humanidad ya dispondría de un método general para encontrar las respuestas a cualquier problema. Es fundamental reconocer que la racionalidad hace uso de funciones intelectuales de máxima potencia cuando se aplica al entendimiento de los fenómenos naturales y a plantear nuevas hipótesis, lo que incluye: asociación de ideas, pruebas de hipótesis y elaboración de teorías, aplicando en ello la capacidad mental de discernir, esto es, el don de la razón humana, entendida ésta como lo explica Ricardo Mailandi, filósofo argentino, en el ejercicio de las cualidades racionales de fundamentación y crítica, conflicto o disenso .
Sin embargo, a pesar de la importancia fundamental de la aplicación de la racionalidad en el desarrollo de la ciencia, cuando se habla de conocer o acercarse a la realidad y a la verdad no puede omitirse el segundo componente básico del pensamiento humano, como es la reflexión espiritual y la valoración moral inherente a misma, acerca de lo que se hace, se piensa o se proyecta. Es por esto necesario retomar elementos de la Lección 3 de este curso, para reflexionar sobre si las teorías del conocimiento enunciadas, de alguna manera nos acercan realmente a la Verdad. Especialmente es necesario recordar de esa Lección lo revisado con relación a la definición de la Verdad cuando dice que es todo aquello que nos permite conocer el origen del cosmos, el origen de la vida, la inteligencia y las matemáticas.
Por lo tanto, para analizar el aporte de la ciencia no sólo a la Realidad, sino a la Verdad, es entonces indispensable reconocer, en todo quehacer científico, la importancia insustituible del papel de la razón como el de la valoración ética, por su aporte al bienestar humano y a la mejora de la sociedad. Entonces, si la justificación del quehacer científico radica tanto en el indagar por la realidad como en el aspirar a la Verdad, el ejercicio de la ciencia debe ser literalmente complementado por la reflexión espiritual (o moral si se quiere llamar de otra manera). Así se hará posible hilvanar los asuntos relativos al origen del universo y de la existencia humana, y se facilitará la elevación del pensamiento desde el conocimiento parcial de la realidad, a la raíz o fundamentación del ser, en búsqueda de respuestas a los “cómo”, “por qué” y “para qué”. Un conocimiento generado de esta forma necesariamente tocará el límite por el cual es indispensable el reconocer la existencia y la acción de Dios sobre todas las cosas.
Por otra parte, es necesario reconocer que cada vez que el hombre fija toda su confianza y esperanza en métodos racionales, como única vía para llegar a conocer el origen y la razón de la existencia, devalúa las razones de su espiritualidad y soslaya los principios fundamentales de los dones de la fe en Un Dios Creador de todas las cosas, ignora voluntariamente la confianza que en su infinita bondad y misericordia al crear y poner la naturaleza a disposición suya y, de paso, desprecia la esperanza en que fue creado para la trascendencia y para el bien por toda la eternidad. Afortunadamente, esta Lección permitió revisar asuntos relacionados con las teorías del conocimiento y mostró, en los planteamientos de algunas de ellas, la ausencia total de Dios, y en otras la aceptación de dioses materiales, identificados como universos o naturalezas que nada explican ni aportan al sentido del origen de la vida ni de la inteligencia ni del universo..
CONTINÚA EN:
https://drive.google.com/open?id=0B9qGNmzMWMMnWnVGcFF5bW1fY1E

CURSO COMPLETO, DISPONIBLE EN:

- El Curso está disponible en la Web, para suscripciones sufragadas, en el siguiente enlace: www.scienceandfaithbcn.com

Comentarios

Entradas más populares de este blog

TEMA 6. ANÁLISIS: "Diversos Modelos de Relación Teología – Ciencia a lo largo de la Historia"

RAZÓN Y ESPERANZA. PREÁMBULO

Prolegómenos de la modernización en la Doctrina Católica

TEMA 7. ANÁLISIS “La evolución cosmológica del universo.”

TEMA 12. ANÁLISIS "El concepto de creación evolutiva"

TEMA 11. ANÁLISIS "Jesucristo y la Creación"

¿Por qué volver estudiar Historia, de manera especial, Historia de la Iglesia Católica?

TEMA 1. ANÁLISIS: “El diálogo Ciencia y Fe”

TEMA 2. ANÁLISIS: “¿La Creación en 7 días o en 14.000 millones de años?”

TEMA 9. ANÁLISIS: Teología Clásica de la Creación